.

Si vosotros no ardéis de amor, habrá mucha gente que morirá de frío.

sábado, 23 de abril de 2011

Y ante todo, soy capaz de quererte como nadie.




No tengo un tipo espectacular, de ésos que los hombres no pueden evitar mirar. No domino el francés, ni siquiera el inglés, y en mi propia lengua hablo de por demás. No soy ordenada, ni me gustan los juegos de mesa. No soy la típica chica inteligente, ni la guapa, ni aquella que es simpática en demasía. Soy, simplemente, un espíritu inquieto, de ésos a los que les cuesta estar parados, que no son capaces de dejar de saltar, y correr, y brincar por donde quiera que van. Canto canciones todo el rato, cualquier momento es bueno para desprender alegría y contagiar un poco al mundo de algo que no sea la tóxica rutina de esas caras largas y monótonas, ya demasiado habituales. Soy torpe, despreocupada e histérica. Tengo muy poca paciencia, y a menudo digo cosas de las que debería arrepentirme. Sinceramente, creo que mis peores pesadillas han sido las que he tenido despierta, todas las cosas que en poco tiempo he podido ver, pero los mejores sueños también han sido aquellos en los cuales ni tan siquiera estaba dormida. Confieso que, en realidad, tengo una adicción un tanto descontrolada hacia todo lo prohibido, y me tienta demasiado lo inmoral. No soy capaz de entender por qué motivo me cuesta tanto olvidarte, ni porqué a ti te ha costado tan poco.
Pero, creo que al fin me voy haciendo a la idea de perderte. Bueno, no, a decir verdad, ya me he figurado que hace tiempo que te perdí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario