.

Si vosotros no ardéis de amor, habrá mucha gente que morirá de frío.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Y te amo, por siempre.


Y sentirse la persona más afortunada que pisa el planeta, es una sensación extraordinaria, aunque, al mismo tiempo sea una sensación un tanto improbable. Sentirse tan bien que no haga falta nada más, que haga dejar el vicio y un "quiero más", realmente muy aparte. Sí, es muy difícil encontrar lo que llevabas toda la vida buscando, es prácticamente imposible llegar al punto de que todo lo demás te sobra, que nada ni nadie podría bajarte de el embriagador estado que te lleva a saber que estas loco, que estás perdido, o, simplemente, que estás enamorado. Pero en el momento en el que lo dejas todo, en el que podrías apostar la vida por una sonrisa, en el momento en el que le das importancia a cada uno de los pequeños detalles que nos brinda el día a día, en el momento en el que eres más suyo que tuyo, en el que los te quiero se quedan cortos y los te amo siguen sin alcanzar al corazón, en ese preciado momento en el que te resumes en unas cuantas letras, en un nombre, en el momento en el que ya no sientes miedo al pensar en las cosas que se te escapan, en el que caminas por la calle aferrado de otros cinco dedos y no deseas nada más. En ese momento, te darás cuenta de lo cerca que estás de dejar de ser un "tú", para pasar a ser un "nosotros", te darás cuenta de que has perdido la cabeza, de que te han conquistado hasta empapar cada uno de tus huesos. Y, te encantará, sí, amarás sentirte casi como me siento yo; la persona realmente más afortunada que ha pisado, pisa, y pisará el suelo, por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario